MUJER Y MADRE DE RURAL. 2017

Escultura. Mujer y madre de campo.

Escultura homenaje a las mujeres, madres y trabajadoras del campo. 2018. Aquellas mujeres, que como la imagen representa,  fueron entregadas luchadoras, esforzadas trabajadoras en los cuidados de la familia y el duro trabajo del campo. Camino de la «poza» con si hijo de la mano, a pesar de su resistencia y enojo. El cubo de ropa,  la vieja tabla de lavar y qué, a pesar de todo, no perdían su sonrisa.
Detalle: Observar el pajarillo que lleva la mano del niño.

LA MATERNIDAD

MUJER Y MADRE  RURAL.

Fernando Herrero Rojo

Escultura de cemento especial. Honenaje ala mujer, madre y trabadora del medio rural. Ruta de las esculturas. Mecerreyes. Burgos. General

Escultura homenaje a las mujeres del campo. 2018

 

   1,-La escultura de la maternidad.

Al lado de una fuente, en Mecerreyes, está situada la escultura de una mujer, embarazada y acompañada de su hijo. Lleva un balde lleno de ropa sobre la cabeza: es una escultura de una madre como las que transitaron por estas calles en el siglo pasado.

La tendencia artística más actual sobre la maternidad se desliga de las representaciones sublimadoras e idealizadoras, influenciadas por las creencias religiosas, y pretende plasmar la experiencia de ser madres con una visión muy pegada a la realidad, esto es, con los miedos y sentimientos que se viven en el momento de ser madres, con los esfuerzos y trabajos que requieren el cuidado de los hijos, con las alegrías y sinsabores de la educación, con las obligaciones familiares que acompañan al ama de casa.
En definitiva, una maternidad muy humana.

   1.1.- La representación artística de la maternidad.
La representación artística de la maternidad ha ido cambiando en consonancia con la concepción de la mujer.

A través del tiempo, la función maternal ha evolucionado acorde con la realidad histórica para construir, en cada época, el modelo de la buena madre.
Para el mundo occidental lo que llena de sentido el papel de la mujer en la vida es “vivir por y para la maternidad”

La asignación de roles a la mujer y el contenido de los comportamientos para llevarlos a cabo son los elementos que nos ayudarán a comprender esta evolución desde mediados del siglo XIX hasta la década de los 50 del siglo XX.

   1.2.- Los roles de la mujer

Tres son los roles básicos de la mujer rural del siglo XIX: madre, esposa e hija.

Según concluye Rosa Elena Ríos:

Como esposa, la mujer debía encargarse del consuelo moral del marido, como madre, de mantener vivos los valores transmitidos en el proceso de socialización y como hija, de levantar el ánimo decaído de los padres ancianos, de hacerles soportable el desánimo que provoca la decrepitud y la vejez”.

Con el devenir de la historia y por influencia del contexto económico, social y cultural estos roles se amplían resaltando o añadiendo otros nuevos; al rol de esposa se le añaden los cuidados familiares; al rol maternal se le añaden la función educativa y, posteriormente, la función higiénica.

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Escultura de cemento especial. Honenaje ala mujer, madre y trabadora del medio rural. Ruta de las esculturas. Mecerreyes. Burgos. Detalle cabeza

 

 

   1.3.- Como esposa: los cuidados familiares.

La educación de las mujeres giraba alrededor de los hombres: hacerles la vida más agradable y grata.
A finales del siglo XIX surgió un nuevo concepto cultural que enaltecía las labores femeninas como esposa, madre y ama de casa. La mujer debía consagrar su vida a los hijos y a la prosperidad de la familia. A la perfecta esposa le correspondía privarse de aspiraciones o ambiciones.
El bienestar de la familia dependía de la buena esposa.

La misión de la mujer, sobre todo en el campo, era cuidar de los demás hasta olvidarse  de sí misma.

   1.4.- La función maternal

El siglo XIX fue el siglo de la madre. La principal función de la mujer era la maternidad como “mandato biológico” y como función social. La imagen femenina que se divulgó en la literatura fue la de ángel del hogar, sumisa y obediente para preservar la familia, a través del matrimonio y la maternidad.

Su responsabilidad era traer hijos al mundo, alimentarlos y educarlos de pasada; la madre debía dedicarse por completo a esa misión,

Sin embargo, durante las primeras décadas del siglo XX se reformuló un nuevo prototipo femenino: la mujer moderna.

La maternidad seguía constituyendo la base esencial de la identidad cultural femenina; pero con dos nuevas tareas muy importantes: educar a sus hijos con criterios más científicos y velar por la salud de ellos.

   1.4.1.-La función educadora.

Se resalta el valor esencial de la madre como educadora natural, fundamentando tal afirmación en que “representaba los atributos de la bondad, la dulzura y el amor”. Y, aunque la madre se hallara bajo la autoridad del padre, la educación de los hijos era, cada vez más, una responsabilidad dirigida por las madres”, (Rosa Elena Ríos)

   1.4.2.- La función higiénica:

En los manuales sobre educación de la mujer de finales de siglo XIX y primeras décadas del XX, debido especialmente a la mortalidad infantil por gastroenteritis y afecciones respiratorias o enfermedades infecciosas, se incluyen nuevas responsabilidades para la mujer en su función de madre, (y también de esposa y ama de casa): gestionar de manera razonada la casa para que reine el orden, la limpieza y la higiene en el hogar.

   1.5 A modo de síntesis:

La idea de la buena madre y esposa aplicable a la mujer rural está definida por los roles de madre, esposa, ama de casa, educadora y protectora de la salud de toda la familia.

A este momento histórico responde la escultura de Ángel Gil.

UNA MADRE UN DÍA CUALQUIERA
Ha madrugado, como cada día, para preparar el desayuno a su marido y despertar y asear a su hijo, Luis; airear las habitaciones, preparar la comida, ir por agua a la fuente, amasar el pan.
Hoy, además, es el día del lavado de la ropa blanca, (mañana será la de color) y le ocupará varias horas en enjabonarla, frotarla, golpearla sobre la tabla de lavar y después, aclararla, tenderla, secarla y plancharla.

–Y también cuido cada día de mis padres, ya viejecitos.

Lleva a Luis, su hijo, de la mano, para tenerlo controlado y evitar que se desmadre (nunca mejor dicho). Le encanta jugar a todo y durante todo el día.
Caminan, sin detenerse, en dirección a los lavaderos. No hay tiempo que perder.

2.- Detalles de la escultura.

El realismo de la escultura se manifiesta en los detalles, a través de los cuales podemos comprobar cómo en ella están representados los roles que se asignaban a la mujer del campo sintetizados en apartados anteriores.



   2.1.- Como madre (la maternidad)

•El embarazo y la gravidez; el cesto con la ropa sobre su cabeza culminando una postura de verticalidad forzada – “delirio vertical”- Caminar en estas condiciones requiere un esfuerzo de equilibrio muy forzado y cansado.

Escultura de cemento especial. Honenaje ala mujer, madre y trabadora del medio rural. Ruta de las esculturas. Mecerreyes. Burgos. Detalle brazo

Son nueve meses de incomodidades debido a los cambios biológicos y fisiológicos.
Estas palabras de Harari, en su libro Sapiens, pág. 12, nos ayudarán a entender con más detalle la maternidad:

“Adaptarse a una posición erguida era todo un reto de la evolución humana.”

“Las mujeres lo pagaron más. Una andadura erecta requería caderas más estrechas, lo que redujo el canal del parto, y ello precisamente cuando la cabeza de los bebés se estaba haciendo cada vez mayor.(…)

Por consiguiente, la selección natural favoreció los nacimientos más tempranos. Y, en efecto, en comparación con otros animales, los humanos nacen prematuramente, cuando muchos de sus sistemas vitales están todavía subdesarrollados.(…)”

   2.2.- Como ama de casa y esposa (incluida la función higiénica).

La carga de trabajo es tal que tiene las manos ( y el tiempo) ocupadas en la realización de sus obligaciones: con una mano agarra fuertemente la tabla de lavar; con la otra, seguramente , en un principio, sujetaba el balde apoyado en la cadera, hasta que surgió la necesidad de liberarla para dedicarla a su hijo.. El embarazo agrava la dificultad del trabajo y requiere un esfuerzo añadido. Una buena esposa y ama de casa ha de ser limpia sobre todo porque es la garante de la salud e higiene familiar.

   2.3.- Como madre educadora:

Llama a su hijo con voz autoritaria pero se hace el remolón. ¿Cómo podrá obligarlo a seguirla si tiene las manos ocupadas en otros menesteres? Le faltan manos. Pero una madre siempre tiene una mano disponible para un hijo porque sus manos son una prolongación de su corazón. Tiene que liberar una de ellas colocando el balde sobre la cabeza.
La mano de la madre asida con firmeza imperativa a la muñeca de la mano del niño le obliga a seguirla. La mirada retrospectiva del hijo y la postura corporal a contrapié resaltan la resistencia que opone a los deseos maternos. Entre el” vamos” y el “no quiero ir” transcurre el trayecto.

Escultura de cemento especial. Honenaje ala mujer, madre y trabadora del medio rural. Ruta de las esculturas. Mecerreyes. Burgos. General

“Además, y puesto que los humanos nacen subdesarrollados, pueden ser educados y socializados en una medida mucho mayor que cualquier otro animal.(…)”

La interacción entre deber materno y placer del niño así como la perspectiva de los adultos en oposición a la perspectiva de los hijos son los determinantes de la dinámica del proceso educativo.

   3.- El mensaje

Con estos detalles se puede  configurar un posible mensaje de la escultura:

  • Los trabajos, esfuerzos, penalidades y quehaceres, permanentes y constantes, que requieren de las madres los cuidados de los hijos y demás componentes de la familia son permanentes, prioritarios y muy onerosos.
  • La importancia de la educación materno filial, simbolizada en la tensión entre las manos de la madre y las del hijo, pone de manifiesto el conflicto habitual entre el deber materno y el placer gratificante del niño, simbolizado en los andares del niño a contrapié, en el tirachinas y en la mirada en dirección opuesta a las intenciones de la madre.

Escultura de cemento especial. Honenaje ala mujer, madre y trabadora del medio rural. Ruta de las esculturas. Mecerreyes. Burgos. Detalle mano

Es el momento de resaltar el mensaje de las manos en la escultura de Ángel para representar el esfuerzo y trabajo que requiere la maternidad rural: faltan manos – aparecen ocupadas–, para llevar a cabo los roles que se le atribuyen (madre, esposa y ama de casa); ambas aparecen dedicadas a los nuevos roles asignados a las madres: rol higiénico (lavado de la ropa) y al rol educador (mano asida a la muñeca del hijo).

Salud y educación. Una mano que hace y otra mano que siente.

De las dos manos sobresale el significado de la mano que siente, la asida a la muñeca del hijo. La expresividad de las manos “al agarrarse”, los pasos y miradas de madre e hijo en oposición catalizan la atención del espectador y resumen admirablemente el significado y mensaje sustancial de la escultura: el rol maternal no finaliza en la gestación y el parto; al contrario, este suceso es simplemente el comienzo ; a partir del nacimiento se inicia la tarea maternal más importante, por lo duradera que es en el tiempo: ayudar y cuidar en el crecimiento biológico y psicológico al hijo conforme a unas valores y pautas, es decir, su educación.

UNA MADRE NO DEJARÁ NUNCA DE SER MADRE Y UN  HIJO NO DEJARÁ  DE RECORDARLO.

Caigo sobre unas manos

 

Cuando no sabía

aún que yo vivía en unas manos,

ellas pasaban sobre mi rostro y mi corazón.

Yo sentía que la noche era dulce

Como una leche silenciosa. Y grande.

Mucho más grande que mi vida.

Madre:

(…)

eran tus manos y la noche juntas.

(Poema de Antonio Gamoneda)

  • A pesar de tantos esfuerzos, la madre sonríe, con esa sonrisa bondadosa y comprensiva de la rebeldía del hijo, porque sabe que la niñez es el momento de ejercer y construir el liderazgo materno, fundamentado en la bondad, para contribuir a conformar una personalidad como ella ha soñado. Porque las madres, además de cumplir años, cumplen sueños. Su vida será una constante espera y una constante esperanza.

 

POSTDATA:
   Continuaron los cambios en la condición de la mujer influidos principalmente por:

  •  La paulatina incorporación al ámbito laboral y la necesaria adaptación del rol femenino a las exigencias del sistema económico y social demandado por el sistema económico

  •  Las ideas de libertad, fraternidad e igualdad propias de la revolución liberal

  •  Y, especialmente, por el denodado trabajo de personas como Carmen de Burgos, Concepción Arenal, Fernán Caballero, Carolina Coronado, Rosalía de Castro, Gertrudis Gómez de Avellaneda, Emilia Pardo Bazán, Clara Campoamor, teniendo como uno de sus principales  reivindicaciones, el acceso a la cultura y a la vida social y política que hasta entonces les estaba vetada.

POSTDATA:

«¿Qué me importa lo que Cervantes quiso o no quiso poner allí y lo que realmente puso? Lo vivo es lo que yo allí descubro, pusiéralo o no Cervantes, » UNAMUNO

Todas las interpretaciones son válidas y dignas de respeto

Como  autor  “que empaqueta y presenta, con mayor o menor éxito, informaciones propias y ajenas”, me he  permito publicar, con  atrevimiento y  desfachatez, las mías.

¿Por qué no escribes y añades tus interpretaciones o tus opiniones?

 

ATRÉVETE.

 

   

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