EL BURRO. 2017
El Burro. 2017. Imagen de un pequeño burrito interactivo con los que lo vistan, siendo obligada la foto montado en sus lomos. Todo pueblo que se precie, tiene que tener su «burro» correspondiente…
EL BURRO DE MECERREYES
Fernando Herrero
Ahí está, durante todos los días con sus noches, a la intemperie, como un “sin techo”, apostado en un recoveco que forma el cruce de dos calles: es la escultura de un burro, cuya existencia se debe al talento artístico de Ángel Gil.

Es un burro de aspecto normal y corriente; no es como Platero, peludo, suave, blando, es decir, un burro peluche; ni es un burro acomplejado con pretensiones de caballo; es simplemente un burro acostumbrado a llevar zaquiladas de “Sancho Panzas” sobre sus lomos.
De él llaman la atención la mirada y las orejas: la mirada llena de curiosidad interroga al transeúnte; y las dos orejas, erguidas y enhiestas, con formas y hechuras de interjección e interrogación en actitud de preguntar y escuchar permanentemente.
¡Alto! ¿A dónde vas?
Es conocida universalmente la habilidad del burro para elegir el camino más adecuado en situaciones de riesgo. Él nos propone uno hacia la sabiduría.
Dicen que la curiosidad es el motor del saber; pero no de la sabiduría. Para acceder a ésta necesitamos el método de preguntar, preguntarse y escuchar atentamente las posibles respuestas. No pierde tiempo en rebuznos para intercambiar ignorancia porque, sabio él, conoce el consejo de que si la naturaleza nos ha dado dos orejas y una lengua es para que dediquemos doble tiempo a escuchar y no a hablar.
¿Qué nos pregunta el burro sabio?

Interpretarlo adecuadamente depende de nuestra capacidad para administrar la sordera de la indiferencia; de utilizar la inteligencia para superar el colorido aparente de la superficialidad y, sobre todo, desperezarnos del muermo de la rutina y del tópico.
Él, allí sigue, cada día, impasible a las inclemencias del tiempo, pertinaz en su mensaje visual:
No es más sabio quien dice tener más respuestas sino el que, a pesar de ellas, continúa preguntándose porque la insatisfacción es el motor del talento.
Aristóteles nos dice: el ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona. La duda es el principio de la sabiduría. Y Francis Bacon: “la duda es la escuela de la verdad”
Ramón y Cajal afirma que todo el mundo puede ser escultor de su propio cerebro.
POSTDATA:
«¿Qué me importa lo que Cervantes quiso o no quiso poner allí y lo que realmente puso? Lo vivo es lo que yo allí descubro, pusiéralo o no Cervantes, » UNAMUNO
Todas las interpretaciones son válidas y dignas de respeto
Como autor “que empaqueta y presenta, con mayor o menor éxito, informaciones propias y ajenas”, me he permito publicar, con atrevimiento y desfachatez, las mías.
¿Por qué no escribes y añades tus interpretaciones o tus opiniones?
ATRÉVETE.








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