Mecerreyes es un pueblo de Burgos. Está situado en una ladera cuyo punto más alto es ligeramente superior a los mil metros sobre el nivel del mar. Las casas, todas ellas construidas en piedra, aparecen desparramadas, como si hubieran bajado por un tobogán. aprovechando el desnivel. Por este motivo la mayoría de calles están en cuesta.
Ahí está, durante todos los días con sus noches, a la intemperie, como un “sin techo”, apostado en un recoveco que forma el cruce de dos calles: es la escultura de un burro, cuya existencia se debe al talento artístico
Al lado de una fuente, en Mecerreyes, está situada la escultura de una mujer, embarazada, acompañada de su hijo. Lleva un balde lleno de ropa sobre la cabeza: es una escultura de una madre como las que transitaron por estas calles en el siglo pasado.
“El toro ha jugado un papel de referencia en todas las civilizaciones, con la carga simbólica correspondiente. y en ellas ha ejercido un especial poder de fascinación”.
En el mundo hispano ha existido siempre, a lo largo de los siglos, esa fascinación especial hacia el toro como si fuera algo innato en nuestra sociedad:
La algarabía de los niños inunda la plaza. En una esquina, como si fuera un espacio reservado, a salvo de aquel guirigay, están reunidos un grupo de adolescentes en animada conversación sobre asuntos de su interés. Son una pandilla de amigos.
El Mesón Frutos tiene decoradas sus instalaciones con dos murales de cerámica esmaltados dedicados al Cid. Situados en la pared lateral, en la terraza de la casa, se pueden ver desde la carretera. Los cuadros, “La jura de Santa Gadea” y “El destierro” dos temas alegóricos a la vida del Cid Campeador.
LA ESCULTURA DE MECERREYE: EL SUFRIMIENTO DEL DESTIERRO
Fernando Herrero Rojo
1.- LA PENA DEL DESTIERRO:
Desterrar es un verbo de la lengua española que tiene un gran carga afectiva: consiste en expulsar o hacer abandonar a una persona su país o el lugar donde vive, normalmente por motivos políticos.
A todos los que, a diario, en nuestros pueblos, descansan en los poyos.
Vivo solo en una casa que se me ha quedado grande. Todo es silencio salvo mis toses crónicas. A veces agradezco que me sorprenda algún ruido, aunque sea de ratones, porque es señal de que hay vida a mi alrededor.
Obra realizada por suscripción popular en 1986, al cumplirse el 350 aniversario de la independencia de Mecerreyes de la villa de Covarrubias. Hecho singular que merece un apartado propio.
Con la voluntad de representar la esencia del pueblo y sus gentes, se trató de reflejar lo esencia que hizo prosperar al municipio. La obra recoge

Angel Gil Escultor
Esculturas figurativas en bronce, cerámica, cemento y otros materiales. Todos los formatos.









